Autor: Miguel Ángel Pérez

Entre los numerosos problemas a los que la comunidad científica se enfrenta a la hora de dar con una terapia efectiva para enfermedades raras como las enfermedades priónicas, se encuentra la larga duración del proceso de aprobación de nuevos fármacos por parte de las autoridades sanitarias y la discrepancia entre los resultados observados en modelos animales y la eficacia real en pacientes. Por ello, desde Japón, el laboratorio de Takehiro Nakagaki, propone el uso de un fármaco ya aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) para el tratamiento de las enfermedades priónicas.

El fármaco en cuestión, denominado FK506, ha sido utilizado en humanos como inmunosupresor para tratar enfermedades autoinmunes y para prevenir rechazos en trasplantes, por lo que su farmacología es conocida y sus efectos secundarios pueden predecirse. Nakagaki y colaboradores habían observado previamente el efecto beneficioso de este fármaco administrado intraperitonealmente en ratones infectados con priones murinos. Las novedades de este segundo estudio son la administración del fármaco mediante una vía más cómoda como es la oral y la utilización de ratones transgénicos “humanizados”, que presentan en su cerebro la misma proteína priónica (PrP) que tenemos los humanos, siendo por tanto un estudio más cercano a la realidad. Además, estos ratones, en lugar de estar infectados con priones murinos como en su primer estudio, fueron inoculados con priones humanos aislados de pacientes con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica (CJD).

En este ensayo se comparó el efecto del fármaco FK506 con el de la droga doxiciclina, de la que varios estudios apuntan que puede ser eficaz pero únicamente en pacientes que no muestran síntomas. Esto dificulta los estudios clínicos necesarios para la aprobación del fármaco, ya que no existen métodos de diagnóstico temprano para las enfermedades priónicas en la actualidad. Por este motivo, hallar un fármaco que posea tanto efecto profiláctico antes de la aparición de síntomas, como terapéutico una vez estos han aparecido, es clave para la comunidad científica.

En un primer ensayo con ratones “humanizados” infectados con priones causantes de CJD esporádica y tratados con ambos fármacos justo al comenzar los síntomas, la doxiciclina prolongó la vida de los ratones 10 días respecto al grupo sin tratar, FK506 lo hizo 20 días y la combinación de ambos tratamientos, un total de 25 días. Este efecto terapéutico, aunque sutil, hizo que los investigadores testasen la eficacia de FK506 a nivel profiláctico. Para ello, administraron FK506 en ratones con PrP humana infectados con CJD esporádica antes de que mostrasen síntomas y vieron que su supervivencia aumentaba entre 12 días y un mes. Estos ratones, aparte de tener un período de incubación mayor, mostraron una disminución drástica en sus cerebros de los signos histológicos propios de una enfermedad priónica.

Estos resultados positivos son los primeros en obtenerse en un modelo de ratón con proteína priónica humana infectado previamente con CJD esporádica y no con priones de ratón. Al haberse conseguido con un fármaco aceptado por la FDA como FK506, un futuro ensayo clínico se vería facilitado al no tener que evaluar características como la toxicidad o los efectos secundarios. Todas las cantidades utilizadas durante el estudio en ratones serían proporcionalmente aceptables en un tratamiento a largo plazo en humanos, lo cual supondría una ventaja frente a la toxicidad que presentan otros fármacos. Aunque los propios autores apuntan que es necesario conocer mejor el mecanismo de acción de FK506, podría tener potencial terapéutico contra la CJD esporádica.

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