Autor: Izaro Kortazar

El insomnio familiar fatal (IFF) es una enfermedad hereditaria muy rara que se incluye dentro del grupo de enfermedades causadas por priones o prionopatías. Está originada por una mutación en una posición específica del gen PRNP, el codón 178. Esta mutación ocasiona el cambio estructural anómalo de la proteína priónica, un derivado alterado de una proteína cerebral que existe en todas las personas. La acumulación de esta proteína priónica provoca una degeneración cerebral que afecta especialmente al área del tálamo y provoca insomnio persistente, deterioro de memoria, dificultad para moverse (ataxia), mioclonias, pérdida de peso y otros síntomas. La enfermedad se agrava progresivamente, entrando finalmente los pacientes en estado de coma.

Si bien es una enfermedad extremadamente rara (desde el año 1993 hasta el 2018 apenas se habían registrado 74 casos en toda España), presenta una incidencia inusualmente alta en el País Vasco, donde se habían recogido 31 de esos casos.

La infrecuencia de esta enfermedad hace que, en ocasiones, sea difícil su diagnóstico clínico y, en ocasiones, los pacientes son sometidos a análisis similares a los de otras prionopatías más frecuentes, con resultados no concluyentes, lo que conlleva cierto desconcierto en sus médicos responsables.

Recientemente los equipos coordinados por Dr. Joaquín Castilla (CIC bioGUNE) y por las Dras. Guiomar Perez de Nanclares e Izaro Kortazar (Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, Hospital Universitario Araba) se plantearon el análisis exhaustivo de todos los datos disponibles recogidos de la cohorte de pacientes vascos con IFF, incluyendo datos demográficos, manifestaciones clínicas, resultados de pruebas diagnósticas, junto con datos genéticos, neuropatológicos y bioquímicos para determinar las pruebas médicas más útiles con el fin de mejorar la fiabilidad diagnóstica actual. Cabe destacar que se trata de uno de los estudios con mayor número de casos analizados de dicha enfermedad a nivel mundial.

El trabajo, recientemente publicado en la revista internacional Journal of Neuropathology & Experimental Neurology, concluye que, contrariamente a lo que ocurre en los casos esporádicos, donde hay pruebas que son determinantes para el diagnóstico como la resonancia magnética, los análisis de líquido cefalorraquídeo (proteína 14-3-3 y RT-QuIC) y electroencefalograma; en los casos de IFF, dichas pruebas suelen ser normales. Es por ello, que en los casos que carecen de una historia familiar de IFF y las pruebas de enfermedad priónica esporádica son normales, sería recomendable completar el estudio con la polisomnografía y el estudio genético.

Finalmente, cabe destacar que el principal reto de cara al desarrollo de las futuras terapias del Insomnio Fatal Familiar es el mejorar la detección de los estadios más precoces de la enfermedad. Para ello, es fundamental dar solución a una de las principales limitaciones observadas en los casos analizados en el estudio actual, que es la escasez de muestras disponibles. De ahí la importancia de la actual línea de investigación que se lleva a cabo a través del proyecto ProFFIle centrada en la coordinación y recogida de meustras con la colaboración de los principales investigadores a nivel europeo de esta patología priónica genética.