Autor: Miguel Ángel Pérez.

El malplegamiento proteico es una de las principales características en la gran mayoría de enfermedades neurodegenerativas que afectan a la población. Esta situación también es propia de las enfermedades priónicas, donde las proteínas que se pliegan de forma incorrecta provocan una desregulación de la proteína PERK. Ésta se encuentra en estrecha relación con el factor eIF2α, que controla el equilibrio proteico. Diversos estudios han comprobado que, ante una situación de malplegamiento, el organismo responde aumentando la actividad de la proteína PERK, que a su vez estimula la producción del factor eIF2α causando neurodegeneración.

Recientemente, científicos de la Universidad de Cambridge han realizado una búsqueda a gran escala de compuestos que puedan inhibir la respuesta que ocurre ante una situación de malplegamiento proteico, es decir, tratar de disminuir la cantidad del factor elF2α. Es así como estos investigadores han seleccionado dos compuestos que presumiblemente podrán ser ensayados en humanos en un futuro cercano.

Estos fármacos son un antidepresivo comercializado en la actualidad conocido como clorhidrato de trazodona y otro fármaco que recibe el nombre de dibenzoilmetano (DBM). Ambos actúan inhibiendo la respuesta del organismo en forma de neurodegeneración como consecuencia del malplegamiento proteico. De esta manera, los dos compuestos previenen los signos neurológicos propios de la enfermedad priónica en ratones preclínicos y aumentan la tasa de supervivencia en los ratones que habían empezado a mostrar neurodegeneración. Este hecho, sumado a que ambos fármacos son capaces de llegar correctamente al cerebro sin llegar a ser tóxicos en otros órganos, hace que sean prometedores para su aplicación en humanos.

El siguiente paso en la investigación será realizar ensayos clínicos en pacientes utilizando trazodona y DBM, con la esperanza de que el hallazgo de estos fármacos constituya un importante avance en el tratamiento de las enfermedades priónicas.