Autor: Carlos Díaz

Hasta la fecha, se han documentado varios casos de transmisión de la variante del CJD, comúnmente conocida como “enfermedad de las vacas locas”, a través de transfusiones sanguíneas. Esto ha generado una alarma en lo concerniente a la potencial transmisión de otras enfermedades priónicas por esta vía. Entre estas encontramos las formas clásicas del CJD, es decir, la esporádica, la genética (o hereditaria) y la iatrogénica (adquirida a través de un procedimiento médico). En pacientes con la forma más común de ellas, la esporádica, se han encontrado proteínas priónicas malplegadas en sangre, aunque no se ha registrado ningún caso de transmisión de la enfermedad por transfusión.

Partiendo de este contexto, la Cruz Roja Americana ha llevado a cabo un estudio retrospectivo para evaluar el riesgo de transmisión de CJD por vía sanguínea en los Estados Unidos. En este estudio se ha hecho un seguimiento de 65 donantes de sangre con un diagnóstico de CJD confirmado o probable y de 826 receptores de dichos donantes durante 21 años. En todo este tiempo no se ha observado ningún caso de transmisión de CJD por transfusión sanguínea.

Por lo tanto, a partir de los datos obtenidos de este estudio, así como de otros estudios epidemiológicos llevados a cabo en el Reino Unido, no existe evidencia de que la enfermedad de CJD se pueda transmitir a través de la sangre.